sucedió una mañana...

 ...sucedió en una cruda mañana de invierno. El microbús iba repleto de pasajeros. La puerta
estaba abierta porque uno de ellos
viajaba colgado del manubrio casi resbalándose. No había pasado ni una cuadra desde que había subido y sucedió... Resbaló. Su cabeza termino aplastada por las ruedas traseras del mismo microbús. Yo estaba a su lado. Fui el primero en bajar. El cuerpo de aquel joven de 17 años temblaba. la sangre brotaba como un manantial desde dentro de su
cabeza aplastada. Algunos cuadernos estaban esparcidos cerca del cuerpo. Uno a uno los pasajeros
fueron bajando detrás de mi. Otros miraban desde la ventana trasera. Fueron segundos intensos
de impresión. Algunos de los pasajeros cayeron al piso desplomados por ese escenario tan dramático. Un hombre de unos 50 años separo las hojas de un periódico que traía consigo. una
a una las puso sobre la cabeza irreconocible. Habían pasado unos cinco minutos. Se escucho un grito tan fuerte que hasta un sordo lo hubiera percibido. Era una mujer vestida con una bata de
dormir azul. Reconoció las ropas del estudiante y salio corriendo hasta su casa. Regreso con una casaca
en la manos. Saco los periódicos y la puso encima de la cabeza. Se arrodillo y
con un fuerte tono exclamativo y mirando al cielo dijo: " Yo que tanto creo en ti hijo de puta porqué me haces esto.
Era su madre...